Madre del Perpetuo Socorro, con la mayor confianza, venimos ante tu santa imagen para suplicar tu intercesión.
Pensamos en ti, madre, al pie de la cruz.
Tu corazón debe haber sangrado para ver a tu Hijo en agonía.
Pero tu alegría fue grande cuando se levantó de entre los muertos, victorioso sobre los poderes del mal.
Madre de los Dolores, ora por nosotros en este tiempo de prueba. Ayúdanos a no perder el corazón.
Intercede por tu gente afligida por el coronavirus.
Ayude a tu gente vulnerable y ansiosa.
Proteja a los trabajadores sanitarios que pongan sus vidas en riesgo. Inspire a nuestros líderes a tomar buenas decisiones.
Cambia nuestros corazones para que todos actúen responsablemente.
Enséñanos a confiar en el amor y la misericordia de Dios.
Y así compartir con ustedes la alegría de haber enfrentado con valentía todos los desafíos de la vida.
Amén.